Entrevistamos a Apolonia Rivero Moreno, estudiante Erasmus del Grado en Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo de Productos, actualmente, en la University of the Aegean, Grecia.

Hola Apolonia, gracias por colaborar en esta iniciativa para dar visibilidad a nuestros estudiantes Erasmus. Háblanos sobre tu experiencia con este programa de movilidad, ¿en qué momento surge la idea de solicitar una beca Erasmus? 

Cuando llegué al tercer curso, sabía de personas que se habían ido a otros países gracias a le beca Erasmus, pero me parecía algo fuera de mi alcance. Sin embargo, una compañera me incitó a que asistiera a las reuniones informativas porque ella también se quería ir. De repente me encontré con que muchos conocidos tenían interés en este tema. Incluso mi actual pareja, que por entonces solo estábamos conociéndonos, tenía intención de aplicar. Entonces me di cuenta de que yo también podía irme a estudiar a otro país, y es que realmente todos tenemos esta oportunidad, gracias a la beca Erasmus (esto lo puntualizo porque está a la mano de cualquiera, no cometas el error de pensar que no está a tu alcance por el motivo que sea; si quieres, puedes).

¿Por qué escogiste este destino? ¿Fue tu primera opción? 

La Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo de Productos realmente no cuenta con tantos destinos como el resto de los grados. Creo recordar que debía escoger entre Francia, Italia, Portugal, Alemania y Grecia. Al principio descarté Francia y Alemania porque exigían un nivel de sus idiomas, y evidentemente la gente que los tuviera acreditados tendrían preferencia, además de el hecho de que iba a ser más difícil para mí. Pensé en Portugal, pero estaba demasiado cerca; y en Italia, pero iba a tener mucha competencia, aparte de que, aunque me parece un país precioso, es lo “típico”, todos quieren irse a Italia. Grecia me pareció entonces un lugar con una cultura súper interesante, realmente lejos de las Islas Canarias, y parecía que nadie quería elegirla como primera opción. Pues bien, yo lo hice.

¿Qué es lo que más le llamó la atención de la Universidad de destino? 

La universidad de destino recibe el nombre de University of the Aegean (UAegean) precisamente porque está en medio del Egeo, en una isla cerquita de la conocida Mykonos (a menos de una hora en barco), bautizada como Syros, que, por cierto, es mil veces más bonita. Un lugar de ensueño, todo lo que una fan de ABBA y Mamma Mia desearía. La isla es tan pequeña como El Hierro, más o menos, y prácticamente toda su actividad se desenvuelve en una ciudad costera: Ermoupoli.

La universidad, por tanto, estaba repartida por la ciudad… a veces tenías una clase en el teatro, otra en el cine, y la siguiente en el casino. Es un sistema muy familiar, que conecta a todos los habitantes. Además, el edificio principal está lleno de grafitis hechos por profesores y alumnos, y tienen una “cafetería-bar-discoteca” justo en la entrada que se llama “El Pie” y que es el punto de encuentro y ocio para los estudiantes.

Cabría destacar que la UAegean está repartida por algunas de las islas griegas que se encuentran en este mar, así que en Syros solo estaba la facultad de Ingeniería de Diseño Industrial y Desarrollo de Productos. Esto significó un punto positivo y a la vez negativo porque suponía un lugar joven, lleno de gente afín a tus gustos, pero estaba tan abarrotada que se hizo prácticamente imposible encontrar alojamiento.

¿Cómo describirías el nivel de exigencia de tu universidad destino en comparación con la de origen? 

Como en todas las universidades, hubo asignaturas donde los profesores y el contenido se antojaba más exigente, y otras en las que no tanto. La principal diferencia con la ULPGC es su punto de vista en relación con la carrera, pudiendo elegir entre tres vertientes llegados a un curso en concreto. Estas tres vertientes se dividían en una rama más artística o humanitaria, otra más técnica, de producto, y otra enfocada a las tecnologías y los sistemas.

No obstante, me gustaría advertir sobre las asignaturas impartidas en inglés, y es que ofertan un listado limitado, por lo que realizar las convalidaciones resultó una tarea difícil, aunque una vez cursadas, siento que tengo conocimientos que no se imparten aquí, así que complementan para bien mi formación.

¿Se cumplieron tus expectativas? ¿Cómo fue tu experiencia Erasmus? 

Mi experiencia de Erasmus fue algo que recordaré siempre con mucha añoranza. Conocí otras culturas, hice amigos en otros países, viajé a lugares mucho más difíciles de llegar desde España (como por ejemplo Estambul), y descubrí otros sitios que tienen mucho más encanto que otros más famosos como puede ser Mykonos.

Realmente fui sin expectativas, simplemente quería vivir la experiencia de lanzarme a un país desafiante, que no solo tiene otras costumbres o lenguaje, sino otro alfabeto, y desenvolverme fuera de mi zona de confort. Al final terminó siendo mucho más que eso: fui una nómada por Europa, hice una familia griega y volví con una mentalidad totalmente modificada.

¿Por qué crees que es importante vivir esta experiencia? 

Irte de Erasmus es una vivencia inigualable cuya oportunidad se te presenta en cantidades muy limitadas, por no decir que es una vez en la vida. Nunca vas a ser tan joven como ahora, ni vas a tener las mismas ganas, ni vas a tener tan pocas responsabilidades, y muy probablemente nunca más te van a ofertar una beca (o vas a poder aprovecharte de ella) para irte a estudiar a otro país, con la comodidad de que tienes ayuda por parte de ambas entidades (universidades de origen y destino) durante todo el proceso. Creo que es una manera de exprimir tu juventud al máximo, experimentando y conociéndote, de la mano de ir completando tu formación. Además, es rara la persona que no se arrepiente de no haber cogido ese tren.

¿En qué crees que te complementa profesional y personalmente el hecho de ir a estudiar al extranjero? 

Definitivamente, tener una pequeña parte de formación en otro país dentro de un Curriculum Vitae dice mucho de ti. Esto no solo es una recomendación, sino una vivencia:

Después de haber estado en la UAegean, sé que no solo cuento con la visión de una diseñadora industrial española, sino que también tengo un punto de vista distinto, que no digo mejor, sino que me ha hecho capaz de entender otras mentalidades, tener más cuestiones en cuenta, tener más cultura y más experiencia (las opiniones resultan más trabajadas y tienen más argumentos, importancia y credibilidad). Personalmente, he descubierto la clase de profesional que hay en mí, que quiero desarrollar y que sé que he empezado a moldear gracias al Erasmus. Y es que mi perfil se ha tornado más polifacético de lo que creía (por tener formación distinta a la que se imparte en el lugar donde he aprendido todo lo que sé), más atrevido y más proactivo.

Y de manera personal, supuso una aventura que me empujó hacia la independencia y madurez. Me vi en un país completamente distinto, donde no sabía leer los letreros/carteles, ni conocía los supermercados, y tenía que desenvolverme como fuera. Un punto a favor para Syros es que mucha gente habla inglés, al ser una isla turística (por su cercanía a Mykonos) y sus habitantes son súper hospitalarios. De hecho, hay tanta seguridad y tan poca maldad que la gente deja las llaves de las casas puestas en la puerta, o los zapatos en las entradas, cosa que aquí ni se nos pasaría por la cabeza. Una profesora nos comentó que la única época en la que la gente tiene un mínimo de cuidado es en las temporadas altas de visitantes. Esta manera de entender la comunidad también hizo mella en mis compañeros y en mí.

Si pudieras darles un consejo a los estudiantes de la EIIC antes de comenzar su experiencia Erasmus, ¿cuál sería? 

Háganlo, no lo duden ni un solo momento porque se van a arrepentir. Pero no piensen que van a aprobar las asignaturas de Free Tour por Viena; hay que estudiar, así que no intenten llevarse más asignaturas de las que serían capaces en la ULPGC.

Dejen tiempo para disfrutar, pero empápense todo lo que puedan de lo que les brinda la universidad de destino. Seguro que hay cositas que querrían haber tenido en la universidad de origen, y a veces solo te das cuenta cuando regresas.

Disfruten de la experiencia al máximo, dentro y fuera de la facultad; conozcan gente, vayan a lugares recónditos que solo conoce la gente de por ahí, no se pierdan las fiestas locales que tienen una carga cultural inmensa… y vuelvan orgullos de la persona en la que se han convertido.

Gracias Apolonia por tus respuestas. Esperamos que conociendo tu experiencia otros estudiantes se animen a realizar un programa de movilidad como Erasmus.